jueves, 12 de abril de 2012

yo tengo muchos recuerdos de mi papá, me acuerdo de cosas desde que era muy chica, creo también que yo pasé más tiempo que los demás con él, y por esa razón me acuerdo muchas cosas. miriam

Me acuerdo de en una ocasión en que, como siempre él estaba haciendo la siesta en la hamaca, yo estaba debajo de una de las camas haciendo trenzas a los flecos de la colcha y los demás (no recuerdo cuántos de nosotros estabamos) se subían en el baúl de mi mami, y se cogían de una de las corbatas que colgaban de la puerta abierta del ropero y (como Tarzán cuando se cogía de una liana) se tiraban al suelo,  en una de esas lanzadas (no sé cuál de ustedes) solamente se cogió de una punta de la corbata, y voló cayendo durísimo al suelo.  Mi papá se levantó furioso y agarró una correa y todos salieron corriendo, yo solamente me metí bien debajo de la cama y me quedé calladita, no recuerdo si llegó a pergarles.

Otra vez César (como siempre el más travieso) le prendió fuego a un chal español que mi mami tenía puesto como tapete sobre una mesita redonda, mi papi lo cogió y le dió látigo con el rabo del cuero de tigre que era como alfombra.  Creo que César  tenía alma de incendiario, le encantaba prender fósforos.

Quién de ustedes se acuerdan de las veces que los fines de semana lo "acompañábamos" al Palacio de Gobierno (donde también estaban los diputados). Él subía y nos dejaba abajo (ahora diríamos "como cojudos") horas de horas, hasta que se desocupaba.

Y cuando nos llevaba al Ejido (se acuerdan de: " vamos al Ejido, al cine, al Churo, jiquitipun!")  allí aprendimos a andar en bicicleta, siempre  íbamos con la condición de no pedir nada, pero, generalmente, nos compraba un helado de palito.  También nos llevaba a la Vienesa a comprar pastas, pero para comerlas en la casa.  También íbamos al Churo en la Alameda y subíamos y bajábamos corriendo hasta que nos cansábamos.

Bueno, por hoy hasta aquí.  Trataré de conectarme la próxima semana.


lunes, 2 de abril de 2012

Qué hubo querida familia:  no encuentro registros realizados por ustedes, voy a volver a comunicarme con todos para saber si todavía tienen dificultades para ingresar.  Sonia

lunes, 26 de marzo de 2012

Acabo de recordar que de la emoción no puse mi nombre al final del blog que acabé de escribir acerca de las emociones compartidas con mi papi en mi graduación de Psicóloga   Sonia
Otro momento muy bonito que viví con mi papi fue cuando en Diciembre de 1.977 me gradué de psicóloga a mis 34 años, con familia a quienes atender:  marido, dos hijas, casa y viviendo en Sangolquí.  Me abrazó, me felicitó y me dijo:  caramba!  qué bien!!! y dirigiéndose a  mi mami y Mario:  qué buen  triunfo el de  la niña Chonita... y  vemos que  cuando se propone algo lo alcanza!!!  y mi respuesta fue:  por supuesto! no puede ser de otro modo ya que.......  tengo  a quien salir, no es cierto?.  Resultado final:  grandes carcajadas y abrazos de todos los presentes:  papá, mamá, Mario, y mis hijas María Gabriela y Fabiolita.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Querida familia: Como recién se reactiva este blog, les transcribo lo recibido hasta aquí:
 Aidita me pide que en su nombre les transcriba lo siguiente, ya que todavía no puede comunicarse ella directamente:
"A mí me queda el recuerdo inolvidable del viaje por Europa, Grecia, Israel y Egipto.  Lo veo clarito a mi papi riéndose de mí por haberme resbalado en el "regalito" que dejaron los burros en su subida y su bajada a todo fuete en la isla de Santorino.  Nos reíamos tanto que ni él me podía ayudar a levantar, ni yo me podía levantar. El y yo subimos en burro las escaleras largas pero angostas.  Mi mami subió caminando.  A la bajada todo mundo tenía que caminar y salirse del camino de los burros.  Por el apuro, no vi donde pisaba, me resbalé, caí bien sentada con los pies para arriba y el Julito muerto de risa quería tomarme foto pero ni eso creo que pudo.  Para mayor recuerdo fue el día del cumpleaños de mi mami.
Abrazos y besos para toditos de su hermana, tía, tía madrina, y amiguita que los quiere mucho.  Aída."


De César:
Queridos hermanos:  
Muy interesante la iniciativa de Sonia, vamos a ver que reunimos alli.
Por mi parte, decidí sentarme la tarde de ayer a recordar los momentos vividos junto a mi Papá, y creo que eso fue mejor que cualquier otro homenaje.
Un beso para todos
César




De Rubén:
Ñaño:


Entre todos nosotros, tú tal vez fuiste quien más contacto tuvo con mi papi,no siempre placentero, pero pudiste conocerlo y compartir con él más que los demás.
Por su propia voluntad, él nos mantuvo alejados de su vida en nuestros primeros años, pero a pesar de todo, nos peleábamos por dormir con él cuando llegaba a Quito, por algún motivo.
Pero de igual forma, la pared de mi mami nos mantenía temerosos y respetuosos- a veces demasiado, diría yo.  Me hubiera encantado vivir junto a ellos más años, y los que pude, los disfruté, incluyendo sus dos últimos en mi casa.  No me puedo quejar, tuvimos suerte, de todas formas, en algo gozamos.


Con Aidita nos hizo "volar" de la mesa cuando no queríamos comer coliflor - ¡hasta ahora no me gusta!
En Esmeraldas, en la hora de sus siesta, contigo estábamos jugando, yo tomé su escopeta, y al regresarla a su lugar se cayó ¡PLAM! - por suerte estaba descargada - ¡tremendo susto! Y tremendo "¡Carajo, si no tienen nada que hacer, métanse el dedo al c...!". Y se volvió a dormir en su hamaca. Doña Maruja, "¡Muchachos, no anden haciendo travesuras, dejan dormir a su papi!".
 En Quito, paseando todos en su station wagon, la Mercury todavía con su madera en parte por afuera, regresando de la Plaza de la Independencia, no recuerdo el nombre de la calle, cerca al teatro Bolívar, ¿la Benalcázar?, una señora gordita (bien gordita), cruzaba la calle lenta y majestuosamente, muy orondo saca la cabeza y le dice, "¡Mueve el c..carajo!" La Marujita, "Hay Julio, ¡no ves que están los chicos!".


O, la vez que regresando de Atacames en su BMW blanco, mi papi y mami adelante, Lily y yo con los chicos atrás, obviamente, él con su ropa blanca de médico, incluyendo sus zapatos blancos, el carro se atascó en un lodazal un poco hondo. Se paró y no andaba, y bloqueaba el paso de ida y venida en la carretera, cerca a la refinería que la estaban recién construyendo.  El, muy calmado se quedó sentado, no me dejó bajar, esperó que otro que venía del lado contrario y que iba a la playa, se metiera en el lodo en su pantalón de baño, le abriera el capó, le quitara las bujías, se las limpiara, nos empujara y partió, sin decir gracias, sólo con su típico saludo de político, moviendo la mano, ¡como que si estuviera en campaña!  Pobre mi abuela, en su tumba  le tienen que haber ardido las orejas....


En fín, fue un buen padre, del que todos, sin  excepción sacamos un carácter fuerte y luchador...¡hasta la Miriamcita!


Besos Rubén






otra  pruwb
probando